Verónica Solís cumple dos décadas desde que incorporó la luthería a su quehacer
Profesional se encarga de atender los instrumentos en el Camus Mancera.
En la Escuela El Bosque de Valdivia, donde el lunes comenzó el 28° Campamento Musical Marqués de Mancera, se habilitó una sala exclusivamente para la mantención y reparación de instrumentos. El espacio es ocupado por Verónica Solís, una de las participantes históricas del evento que hace dos décadas incorporó la luthería a su quehacer.
La contrabajista inició la especialización a través de diversas instancias ofrecidas por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile y el Conservatorio de Música UACh, entre otras instituciones. Ello le permitió complementar la práctica instrumental y la dirección orquestal con la capacidad de poder auxiliar a los músicos cuyas herramientas de trabajo presentan problemas. “Los que son profesionales tienen incorporado aquello del buen trato a los instrumentos. En el caso de los niños y jóvenes la idea es que lo vayan asumiendo como algo que es propio del hacer música.
En instancias como el campamento tenemos la posibilidad de atender distintos casos y de explicar por qué se producen ciertos problemas”, aclara.
Además de hacer clases de contrabajo y de asistir en temas administrativos, en el campamento Verónica Solís también ha tomado la batuta en los ensayos.
Parte del repertorio elegido para la Orquesta del Camus Mancera lo dirigió en la Orquesta Sinfónica Infantil Juvenil de Puerto Montt, que ahora conduce el maestro David Ojeda. “Lo conozco muy bien y por eso propuse algunas modificaciones a la forma de tocarlo para ver cómo los músicos son capaces de enfrentar los requerimientos de las obras”, explica. Desde marzo del año pasado Solís es directora de la orquesta de la Escuela Francia de Los Lagos, elenco del cual es la única profesora en cuatro instrumentos.