Profesores relatan cómo adaptan sus clases de música a distancia

 Profesores relatan cómo adaptan sus clases de música a distancia

El Campamento Marqués de Mancera comenzó lunes en un inédito formato online debido a la pandemia. Las actividades de aprendizaje con instrumentos son frente a una pantalla, para estudiantes repartidos por Chile y el extranjero.

Desde sus casas y en lugares habilitados especialmente para la ocasión, 31 profesores iniciaron hace cuatro días sus clases en el Campamento Marqués de Mancera. Son músicos profesionales convocados para compartir sus conocimientos en distintos instrumentos con niños y jóvenes en formación.

A diferencia de lo ocurrido hasta enero de 2019, esta vez los encuentros son a distancia. La pandemia por Coronavirus obligó a suspender la presencialidad, optándose por la habilitación de salas en la plataforma Zoom. Ello ha permitido el contacto con 185 alumnos repartidos por Chile y el extranjero. Cada cual se conecta desde su computador o dispositivos móviles, lo que ha obligado a que los profesores refuercen sus metodologías para asegurar un entendimiento igual de efectivo que en una situación presencial.

La fundación Centro Integral Familia Niño (CIFAN), es la organizadora del Campamento y para la ocasión dispuso de sus dependencias para las clases de percusión con ítalo Martínez y Matías Peñailillo. Desde la sala multipropósito, ambos le hablan a la pantalla de un notebook y van mostrando la variedad de instrumento con los que sus alumnos deben familiarizarse.

“Si bien parece extraño tener que trabajar en estas condiciones no hemos encontrado muchas dificultades, excepto que los alumnos puedan no tener instrumentos de grandes dimensiones en sus casas. Por ejemplo, les puede faltar una batería, pero tienen baquetas y con eso es suficiente. Al golpear un cojín u otra superficie, igualmente podemos enseñarles cosas básicas relacionadas a temas técnicos. Eso lo vamos complementando con la reproducción de videos y el análisis de partituras”, explica Martínez.

Leonel Sánchez también hace sus clases desde CIFAN. Es integrante del Cuarteto de Cornos de Valdivia y dice que en la enseñanza aprendizaje online lo fundamental es buscar vías de comunicación sencillas.

“Nosotros desarrollamos ejercicios por imitación. Yo toco y mis alumnos deben usar sus conocimientos para sonar más o menos parecido y así vamos avanzando en la interpretación de las obras. No porque sea online, deja de ser un proceso efectivo. Tal vez el único distractor o elemento que podría interrumpir las clases es la calidad de la conexión a internet que tienen los alumnos. Nosotros ponemos a disposición de las clases nuestras mejores herramientas técnicas, pero siempre vamos a quedar a merced de cómo es la vía por la cual los estudiantes nos están recibiendo en sus casas”

Leonel Sánchez – Fundador Ensamble de Cornos de Valdivia

Paciencia

Más que hablar, en sus clases presenciales Leonel Sánchez toca el corno. Explica los contenidos al tiempo que los practica. En formato telemático reconoce que las cosas son a la inversa. “Ahora hay que explicar las cosas con mucho más detalle, hay que buscar las palabras correctas para transmitir lo que el alumno debe entender ya sea en temas técnicos o artísticos, y eso requiere de paciencia y colaboración”.

La violinista Dayana Olmos es una de las más experimentadas del Campamento. Para las clases se conecta desde su casa y ha optado por hacer videos cortos y tomarse fotos cuando trata de explicar ciertos temas. Luego los comparte por WhatsApp con sus alumnos y se busca que repitan las indicaciones. De esta forma es posible salvar la dificultad de tocar el instrumento y hablarle a la pantalla de manera simultánea.

“Los ensayos seccionales que teníamos antes en las salas de Niebla, ahora los hacemos en la sala de Zoom. Por ejemplo, entramos en grupos de cinco y mientras uno toca, el resto debe escucharlo. Y para resolver problemas con la velocidad de conexión a internet es que a veces también se graban y me envían el registro para poder hacer las correcciones”, dice.

Quienes participan en las clases por Zoom ocupan un pequeño rectángulo en pantalla. La idea es poder verlos y escucharlos, sin embargo cada cual tiene la opción  de silenciar los micrófonos y apagar las cámaras. Frente a esta eventual ausencia digital, Dayana Olmos tomó una medida práctica: “En la primera clase hubo dos estudiantes que apagaron sus cámaras, entonces yo hice lo mismo y les pregunté cómo se sentían al tener que hablarle a una foto o simplemente a la pantalla negra. La reacción de rechazo fue casi inmediata y con ese simple ejercicio logramos tener un mayor grado de participación al entenderse que en estas condiciones excepcionales es importante poner de nuestra parte para propiciar la comunicación”, aclara.

Buena experiencia

Aaron Jaramillo es profesor del programa Vive la Música de Panguipulli y desde esa comuna se conecta para atender a sus alumnos de trompeta que comparte con el profesor Cristian Muñoz.

Durante todo 2020 Jaramillo realizó clases online como miembro del staff de la Casona Cultural de Panguipulli. Está habituado al formato y por eso explica que aplicarlo en el Campamento Musical Marqués de Mancera no ha sido complejo.

“Una de las ventajas de las clases por Zoom es la opción de que un alumno toque sus partes en pantalla, mientras el resto con los micrófonos silenciados practica en la casa. Eso nos permite ganar tiempo, como también el visionado de videos en el momento de la clase y no como encargo para después. Todo lo podemos resolver mucho más rápido ahora”

Aaron Jaramillo – Profesor de Trompeta

Y agrega: “Hemos aprendido un montón de cosas prácticas que están sirviendo para que los estudiantes resuelvan sus problemas cuando ensayan solos. Y eso va desde la interpretación de la música, hasta la manera de tocarla o grabarla frente a un computador”.

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